“Algunos hermanos de mi iglesia me invitaron a asistir a un evento de capacitación de ReViVe. Me sentí un poco ansioso porque no puedo leer ni escribir muy bien, y el español no es mi primer idioma. A pesar de eso, decidí asistir al evento. Las personas que dirigieron el evento fueron muy amables, y al momento de orar juntos me dijeron que podía orar en mi propio idioma. Eso significó mucho para mí y me sentí muy respetado por ellos. Me gustó mucho la forma en la que interactuamos con la Palabra de Dios. Mientras escuchaba la lectura de la Biblia y hablábamos sobre qué tenía que ver esto con nuestras adicciones, sentí una libertad sin igual. Me di cuenta de que Dios deseaba ayudarme a ser libre de mi adicción al alcohol. Mientras oraba y hablaba con Dios sobre esto en mi propio idioma, experimenté una gran confianza y paz. Le doy gracias a Dios por estos pasos que estoy dando para aprender a vivir libre del alcohol. Y tal vez al enemigo no le guste eso, pero en el nombre de Dios, estas cadenas deben ser rotas. Sé que no es demasiado tarde porque Dios puede ayudarme.”